La cocina dejó de ser sólo el lugar donde se prepara la comida. Hoy la vivimos como un ambiente integrado e integrador donde pasamos el tiempo y nos reunimos con la familia y los amigos.
Y porque no sólo se prepara la cena sino que concentra muchas más actividades, el diseño de la cocina se merece especial atención.

Hay ciertos aspectos que debemos tener en cuenta al momento de iniciar el proceso de diseño: espacio disponible, estilo de vida, rango de edades y altura de las personas que utilizarán la cocina.
El primer desafío es resolver adecuadamente su distribución para tener acceso rápido a todas y cada una de las áreas y elementos principales, logrando así un buen desplazamiento dentro del ambiente.
Debemos saber que para que una cocina sea funcional debe cumplir con lo que en diseño llamamos “triángulo de trabajo”, un área integrada por las tres zonas más importantes de la cocina: despensa, lavado  y cocción. La distancia entre ellas debe ser razonable ya que de lo contrario nos resultaría incómodo para trabajar.

Una vez absorbido este concepto, podremos planificar, según nuestras preferencias, la clase de cocina que queremos para nuestro hogar: en U, lineal, en L, en pasillo o con isla central. Pero como es un tema extenso, lo continuaremos en otra ocasión.

Escrito por Cecilia Favier de Decocasa

Fuente Imágenes: El bureau de lorena, Estilo y Deco