El aire es esencial para nuestra vida. Más del 50% de la energía que recibimos proviene de él. El inconveniente es que no es puro como debería ser. Está contaminado con humo, ácaros, pelos de animales y ondas electromagnéticas emitidas por aparatos electrónicos. Esta intoxicación debida al excesivo número de iones positivos nos produce debilidad, ansiedad, depresión, fatiga, insomnio y enfermedades del sistema respiratorio.
Las lámparas de cristal de sal permiten neutralizar los iones positivos debido a que producen iones con carga negativa, logrando un equilibrio.

Están hechas de sal natural cristalizada encontrada en minas formadas hace miles de años. No tienen ninguna intervención, son expuestas tal y como las montañas las entregan.

Por su belleza y los tonos naturales que proyectan se pueden utilizar para embellecer cualquier espacio a la vez que favorecen nuestro organismo.

Son ideales para las decoraciones basadas en el Feng Shui, para colocarlas, según el bagua, en el área de fama, reforzando el elemento fuego.
En dormitorios, salas de estar y oficinas favorecen la creatividad, la claridad mental y aumentan la concentración. Es importante que no las expongamos a la humedad ni al aire libre.

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Escrito por Cecilia Favier de Decocasa

Fuente Imágenes: Hub Pages, Salt Lamp Creations, Mercola