Para tener una biblioteca no hace falta tener un sitio específico para ella; puede ubicarse en cualquier lugar de la casa: el recibidor, la sala, el dormitorio o el estudio. Sin embargo, además de su ubicación, es importante también determinar que tipo de biblioteca nos conviene. Si bien podemos encontrar variedad de clases podemos hacer tres distinciones.

Las bibliotecas modulares o en módulos podemos conseguirlas en cualquier tienda de venta de muebles dado a que es el modelo más clásico. Puede ser de uno o varios módulos, con estantes e incluso cajones o puertas. Sus dimensiones varían por lo que es importante saber donde la colocaremos con anterioridad. En estudios, dormitorios o salas de estar este modelo se ve muy bien.

Las bibliotecas bajas suelen ubicarse en recibidores o pasillos ya que son prácticas porque cuentan con superficie de apoyo para colocar otros accesorios. En ambientes amplios sirven para dividir el espacio.

Las bibliotecas empotradas son ideales para aprovechar áreas reducidas o espacios desperdiciados como el hueco de la escalera. De ser posible debemos decidir con anticipación ya que se instalan (la mayoría de las veces) en obra.

Claro que siempre hay modelos ingeniosos y fuera de lo común, pero sabemos que siempre contamos con las opciones tradicionales, que siempre nos acompañaran y nunca pasarán de moda.

Escrito por Cecilia Favier de Decocasa

Fuente Imágenes: Fan Pop, Pasion Deco, Apartment Therapy, Country Living, Vi.sualize.us, D.R. Dimes