Si eres de las que aman juntar cosas,  colocar en el mismo lugar elementos que no necesariamente combinen entre sí o tener ambientes de colores estridentes, el estilo kitsch es una variante a tener en cuenta.

Nacido en en la década de 1860 – 1870 en Alemania, este estilo alegre y  recargado es la representación de la burguesía naciente y ascendente de aquellos tiempos.  De cultura urbana, este estilo deja de lado todo lo formal y tradicional para abrir camino a una decoración en la que los tonos más utilizados son el rojo, el lila, el violeta, el naranja o el verde.

En cuanto a los materiales, el kitsch se caracteriza por el uso de imitaciones más económicas que sus originales.  De esta manera en un espacio de este estilo se pueden hallar mayólicas que intentan hacerse pasar por mármoles o elementos de resina que hacen las veces de adornos con pedrería.

Una marca registrada de este estilo es el amontonamiento de elementos que no tienen nada que ver unos con otros, es justamente este exceso decorativo, que lejos está de la funcionalidad,  lo que se destaca en el kitsch.

Imágenes vía: Decoraciona

Escrito por Andrea Korniusza de Decocasa

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