La variedad de materiales, texturas y diseños de pisos es tan amplia que su elección puede ser motivo de conflicto. Para escoger el más adecuado debemos tener en cuenta qué vamos a necesitar, para qué y a dónde lo vamos a utilizar.

No todos los pisos se adaptan a las mismas exigencias, incluso algunos lo hacen mejor que otros. Para saber cual es el piso que mejor se adapta a nuestras necesidades, debemos empezar preguntándonos para qué y dónde vamos a utilizarlo, ya que antes que cualquier consideración estética, es fundamental definir usos y condiciones ambientales, como ser qué transitado es el piso en cuestión, con cuánta frecuencia se limpiará, qué durabilidad esperamos, cuál es el grado de exposición a la humedad, agua o sol, si se necesitan condiciones sonoras especiales, etc.

A la madera no es recomendable exponerla constantemente a la humedad. Los cerámicos y los porcelanatos son resistentes e impermeables, pero sufren el desgaste y pierden el color en lugares muy transitados. La piedra es la opción más resistente al desgaste, al tránsito y al paso del tiempo, pero es una opción poco recomendable por su costo y su sensación de frialdad.

Erróneamente muchas veces pensamos que el piso es una decisión de obra y que debemos conformarnos con el piso que tenemos, pero la realidad es que en cualquier momento podemos realizar un cambio en el piso actual y cambiar la decoración general.

 

Escrito por Cecilia Favier de Decocasa

Fuente Imágenes: Mi lado geek, Decoraciona